El café soluble, un invento guatemalteco.
Como dato curioso vinculado al café y a Guatemala fue un médico de este país, Federico Lehnhoff Wyld, quien inventó el café soluble.
En el libro Historia del Café en Guatemala de Regina Wagner
se explica que desde finales del siglo XIX se buscaba la forma de preparar el
café de una forma más rápida. Fue hacia 1906 cuando George Washington, un belga
de padres ingleses, que residía en la ciudad de Guatemala, inventó un café soluble
que se puso en el mercado hacia 1909.
Relacionado con Washington estaba su médico de cabecera, el
doctor Federico Lehnhoff Wyld, quien en cierta ocasión olvidó beber una taza de
café en el jardín de su casa. Al encontrarla días después, únicamente halló
residuos de fino polvo en el fondo.
Le agregó agua hirviendo y obtuvo de nuevo una taza de café
con el tinte, sabor y aroma. Encontró la forma de deshidratar el café líquido,
pero quería hacerlo a nivel industrial. En Alemania encontró una máquina cuyo
metal no alteraba la calidad y el aroma del café. Más tarde fundo la empresa
Lehnhoff, Cabarrús & Cía. Ltda con su socio Eduardo Tallien de Cabarrús y
obtuvo la patente para el “café soluble”. El invento tuvo mucho éxito, ganando
su primera medalla de oro en la Exposición Universal de Gante, Bruselas, en
1913. La Primera Guerra Mundial puso fin a la fabricación del producto
impulsada por la empresa Societé du Café Soluble “Belna” en París.
Posteriormente, el Dr. Federico Lehnhoff desarrolló la sulfamida que sirvió de
base para numerosos antisifilíticos.
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